Tengo un lado irónico, un lado insoportable, un lado loco y hasta un lado encantador cada quien obtiene de mí el lado que se merece, simple.

Mi persona ideal: Silente y paciente, crece y se extiende,
como poesía viva que el tiempo comprende,
testigo silencioso de las estaciones que pasan,
de la vida que en el bosque siempre abraza.

Bajo la luz tenue del sol filtrada,
su verdor es coronado,
una alfombra mágica en la naturaleza,
que en su humilde grandeza nos hace soñar.

Así es, humilde y callado,
en la calma del bosque, su hogar sagrado,
un recordatorio de la belleza sencilla,
que en cada rincón de la vida brilla.